Sería incomprensible que una metrópoli europea en la que vive una gran comunidad rusa y ucraniana no tuviera por lo menos un restaurante especializado en pelmeni y varenyky. Sin embargo, así ha sido hasta hace poco en Praga. Este problema quedó solucionado en 2017, gracias a casa Váleček (El Pequeño Rodillo): dos saloncitos, unas mesas y sopas caseras, como el jarcho de Georgia o el borsch de Ucrania.
El resto del menú consiste sobre todo en diversos raviolis rellenos de distintos ingredientes, en seis variantes principales: varenyky dulces y rellenos de guindas y otros dos tipos sin carne: rellenos de ragú de setas o de puré de patata con cebollitas. Por el contrario, los pelmeni suelen estar rellenos de carne, como por ejemplo una mezcla ligera de salmón y eneldo picado o pelmeni con carne de ave. La variante más clásica es, sin duda, la combinación de carne magra de vacuno con carne grasa de cerdo. Los raviolis rusos de Váleček suelen prepararse hervidos, aunque también pueden pedirse a la plancha.