Aunque hoy en día hay una miríada de restaurantes vietnamitas en Praga, a principios de los años 2000 había solo unos pocos, podían contarse con los dedos de una mano.
Por entonces, el dueño del Tràng An cocinaba en un minúsculo puesto situado en una callejuela apartada de Pražská tržnice (mercado de Praga), entre los comerciantes del textil de todo tipo. Sin embargo, poco a poco su clientela se fue modificando y hoy hay gourmets aventureros que hacen cola para probar su famosa sopa pho y otras especialidades. Este inmenso éxito ha llevado al final al dueño a efectuar un cambio radical: ha alquilado uno de los pabellones del mercado para abrir su restaurante. De este modo, su cocina ligera y sabrosa se puede degustar en un entorno agradable e incluso en una terraza durante el verano. El restaurante no solo ha ganado en elegancia, sino también en calidad, ya que la carta del Tràng An ha cambiado, sin olvidarse de los veganos, para satisfacer a todos aquellos que buscan los sabores vietnamitas originales.