Esta torre, que se alza sobre el barrio de Žižkov, es uno de los atributos indisociables del paisaje praguense. Se trata de una emisora de televisión. Con sus 216 metros de altura, es el edificio más alto de la República Checa. En 2009, la web VirtualTourist.com declaró que la torre era la segunda edificación más fea del mundo. A 93 metros de altura, la torre dispone de un mirador que ofrece una de las mejores panorámicas de Praga. Apenas 30 metros más abajo, podemos disfrutar de unas vistas también sensacionales, así como de una agradable zona de ocio, con su restaurante, bar y café. Por último, a 73 metros se halla un hotel exclusivo, con una sola habitación.
A mediados de los años 80 se inició la construcción de la torre, la cual entró en servicio en 1992. Reposa sobre tres pilares que, a muchos visitantes recuerdan la silueta de un cohete. Esta concepción, única en el mundo, es obra del arquitecto Václav Aulický. Es una construcción que ha suscitado muchas controversias y que ha recibido numerosos sobrenombres. Hoy en día, la torre de Žižkov tiene cada vez más seguidores, que ven en ella una construcción utilitaria con un diseño sobrio y elegante, así como uno de los puntos culminantes de la Praga contemporánea.
Desde el inicio del milenio trepan por la torre diez bebés con un código de barras en el rostro, obra del controvertido artista checo David Černý. Otros tres bebés idénticos se encuentran en la isla de Kampa, delante del Museo Kampa.