¿Cuántas brochetas te quedan en el plato? Esa será tu cuenta. El bar Špejle (La Brocheta) atiende a un concepto basado en este principio. Por cada brocheta se añaden veintinueve coronas (poco más de 1 euro) a la cuenta, bebidas aparte.
Al cruzar la puerta de entrada te atraerá el mostrador de delicatessen frías. Montaditos de ensaladilla casera o jamón serrano. Al lado, quiche francés o ensalada de galantina. El mostrador vitrina forma un ángulo recto, donde lo salado deja paso a lo dulce. Un par de escalones más arriba, podrás escoger entre las deliciosas brochetas calientes: hamburguesa, salchicha picante casera o la versión en brocheta del cerdo con col tradicional checo.
Špejle tiene una amplia selección de vinos. Para los amantes de la cerveza, tiene un grifo en el que cambia periódicamente la cerveza ofrecida y otro donde se tira la cerveza de la casa, sin filtrar y sin pasterizar. Todo ello combina de maravilla no solo con el citado cerdo con col, sino también con la carne de pato envuelta en buñuelos de patata.