La sinagoga Klausen es la mayor sinagoga situada en el perímetro original del gueto judío. Sobrevivió a las obras de saneamiento del barrio y a los avatares del siglo XX. Hoy en día sirve exclusivamente como sede del Museo Judío de Praga. La exposición que ofrece la sinagoga presenta las fiestas judías, los hitos destacados en la vida de los judíos y su vida cotidiana.
El nombre de la sinagoga procede de tres pequeñas edificaciones, denominadas klaus, que en el siglo XVI mandó aquí construir Mordejai Maisel, gran financiero y mecenas de la comunidad judía de Praga. Una de ellas era la yeshivá, escuela para el estudio del Talmud, fundada por el célebre Jehuda Liva ben Becalel, conocido como rabí Löw o Maharal, que también ejerció aquí. Estas edificaciones ardieron en 1689 en un inmenso incendio, que además devastó gran parte del gueto y de toda la ciudad. En su lugar se levantó en 1694 una nueva edificación sagrada, la sinagoga Klaus. Fue construida en estilo barroco temprano, conservado hasta hoy en día.
La sinagoga Klausen linda con el Viejo Cementerio Judío y con la sala de ceremonias de la hermandad funeraria Chevra Kadisha. Por ello, la hermandad funeraria utilizó la sinagoga como oratorio.
Para visitar esta sinagoga es necesario comprar la entrada al Museo Judío, que también vale para entrar a la Sinagoga Española, sinagoga Pinkas, sinagoga Maisel, sala de ceremonias y al antiguo cementerio judío. No se puede comprar solo la entrada a la sinagoga Klausen.
También es posible conocer esta sinagoga con nuestro guía, en una visita particular de las sinagogas de Praga, comentada en español. Gracias a las explicaciones durante la visita, podemos aprender mucho más sobre la historia de los judíos checos, sus tradiciones y su vida cotidiana.