Cada día, en el Sicily Café, no lejos de la torre de San Enrique, podemos escoger entre dos sopas y cuatro platos principales, de los cuales al menos hay un plato vegetariano, un plato vegano y un plato sin gluten. El menú de la cena suele constar de platos de pasta (también disponible sin gluten), con recetas clásicas como la all’arrabbiata, la combinación de queso de cabra con piñones o la carbonara. Las tortillas de maíz son un apartado entero de la carta, con dos versiones veganas: caviar de berenjena, tofu o humus, aguacate y verduritas. Pero el Sicily Café no se olvida de los amantes de la carne, para quienes tiene reservados unos bistecs procedentes de ganado criado al aire libre.
La filosofía de los dueños es la del desarrollo sostenible, incluyendo el procesamiento de embalajes y residuos: para todos aquellos que consideran esenciales la ética y la ecología, el Sicily Café es un establecimiento más que recomendable.