Según la web de turismo TripAdvisor, el Zoo de Praga es el cuarto zoo más popular del mundo. Así que sería una pena no ir a verlo durante nuestra visita a la capital checa.
El Zoo de Praga se encuentra al norte de la ciudad, en un barrio tranquilo llamado Troja. A dos pasos se encuentran otros dos lugares muy interesantes: el Jardín Botánico y el palacio de Troja.
El Zoo de Praga tiene 60 hectáreas de superficie y comprende más de 10 kilómetros de caminos. En él podemos observar cerca de 700 especies animales, algunas de ellas muy poco comunes. Los pabellones y los recintos han sido diseñados de modo que imiten lo mejor posible el entorno natural de los animales. De este modo, pasaremos en un instante de la jungla tropical a los desiertos africanos o a la pampa de América del Sur. Descubriremos islas con monos, un pabellón de gorilas, una jungla indonesia, un valle de elefantes, marismas con aves y muchas otras aventuras.
Además, el Zoo de Praga organiza periódicamente visitas pedagógicas para sus visitantes, tanto mayores como pequeños: son recomendables en especial la comida de los animales comentada o el entrenamiento de los leones marinos. Y para descansar de la caminata por el reino animal, podemos tomar el telesilla que asciende hasta la parte norte y disfrutar de las vistas que ofrece su mirador desde sus 18,5 metros de altura.
Sin duda alguna, el Zoo de Praga gusta a todo el mundo y nos proporcionará unos recuerdos inolvidables de nuestra visita.