La Torre de la Pólvora es el lugar ideal para comenzar un paseo por los monumentos más famosos de Praga: aquí comienza el famoso Camino Real. Desde lo alto de su galería exterior de 44 metros de altura se puede admirar todo el centro de la Ciudad Vieja. La Torre está cerca de la Casa Municipal, la Plaza de la Ciudad Vieja y la Plaza de Wenceslao.
El emplazamiento de la actual Torre de la Pólvora fue una de las puertas fortificadas de la Ciudad Vieja de Praga. Después de que Carlos IV fundara la Ciudad Nueva, las fortificaciones dejaron de ser necesarias, y la Torre de Kutná Hora, que se alzaba allí entonces, fue abandonada. Pero unas ruinas tan cercanas al Palacio de los Reyes de Bohemia, que se erigió en el emplazamiento de la actual Casa Municipal entre 1383 y 1484, causaban una impresión bastante desagradable. Por ello, en 1475 se construyó una nueva puerta. Entre sus arquitectos se encontraba el famoso Matyáš Rejsek z Prostějova. Sin embargo, cuando Vladislao IV de Bohemia trasladó el palacio real al Castillo de Praga, se acabaron la motivación y los fondos necesarios para terminar la puerta. La torre se cubrió con un tejado provisional y durante mucho tiempo sirvió de almacén de pólvora, de ahí su nombre actual de Torre de la Pólvora. En 1757, durante el asedio de Praga por los prusianos, sufrió graves daños y permaneció en mal estado de conservación durante más de un siglo.
La torre debe su aspecto actual a una renovación neogótica realizada en 1886. El edificio se inspiró en la torre del Puente de Carlos, en el lado de la Ciudad Vieja, y ha conservado todo su carácter gótico original.