La Plaza de Carlos (Karlovo náměstí) es la mayor plaza gótica de Europa. Fue concebida por Carlos IV como parte de la Ciudad Nueva, en 1348, con la intención de ser la principal plaza de Praga y de todo el Sacro Imperio Romano Germánico. Ello se debe a que, para el Emperador, Praga era no solo una “segunda Roma”, sino también un reflejo de la Jerusalén celeste, una ciudad ideal que constituía la esencia de toda la cristiandad. Esa es una de las razones por las que en el centro de la plaza se alzaba una suntuosa capilla del Corpus Christi, en la que se exponían las reliquias más valiosas reunidas por Carlos IV: la Santa Lanza, un clavo de la Cruz de Cristo y una espina de la Corona de Cristo.
Sin embargo, los ambiciosos planes políticos de Carlos no llegaron por desgracia a buen puerto. Tras su muerte, Praga y Bohemia perdieron rápidamente importancia, cerrándose definitivamente la era dorada de Praga con las guerras husitas. Además, el primer acto de dichos conflictos tuvo lugar aquí, con la defenestración de los consejeros católicos de Praga desde el ayuntamiento de la Ciudad Nueva. Praga cesó entonces de ser la capital del Sacro Imperio y la plaza de Carlos se transformó progresivamente en una zona periférica. Por desgracia, la capilla del Corpus Christi fue cerrada durante las reformas de la Ilustración y posteriormente demolida. El aspecto que presenta la plaza hoy en día fue configurado en el siglo XIX, con la creación de un gran parque romántico.
Entre los monumentos históricos de la plaza de Carlos, citemos en especial el ayuntamiento de la Ciudad Nueva, de estilo gótico, la admirable iglesia de San Ignacio, de estilo barroco o la casa Faust, cuya leyenda está vinculada al célebre sabio que pagó con su alma su desmedida sed de conocimientos. En cuanto a los edificios modernos, es de apreciar en particular el edificio de estilo modernista situado en la esquina de la calle Ječná, el edificio funcionalista que se alza en el lado este de la plaza o las casas de los años 60 que completan admirablemente el complejo histórico del claustro de Emaús, justo por debajo de la plaza.
