El edificio de esta antigua cervecería, totalmente reformado y situado en la ribera del Moldava, está dominado por un magnífico techo con vigas vistas y una chimenea monumental. En invierno, los clientes vienen a entrar en calor, mientras que en verano disfrutan de la gran terraza del Marina y sus hermosas vistas a la isla de Libeň y a las tranquilas aguas del Moldava.
El restaurante ofrece dos menús: uno italiano, más sofisticado, y uno checo, que atrae sobre todo a los clientes por sus platos típicos de las cervecerías bohemias: salchichas a la cerveza negra, asado de cerdo con panceta y lombarda, lomo de cerdo a la parrilla o costillas de cerdo marinadas.
Para acompañar estos platos, sirve cuatro tipos de cervezas de la casa, que reposan en cubas. De este modo, podemos elegir entre una Přístavní 10%, una Holešovický ležák 12%, una negra especial 13% y una cerveza de cebada.
El Marina es el lugar ideal para relajarse después de una visita al centro de arte contemporáneo Dox o de una pequeña excursión en tren, bajándose en la estación de Holešovice.