El Národní kavárna (Café Nacional), en Národní třída (la avenida Nacional), cerca al Teatro Nacional, contribuyó al origen del Estado checo. Como abrió sus puertas en 1896, verdaderamente presención su nacimiento.
Su tapicería color burdeos al mejor estilo Chesterfield, tan común en la época de la primera república, pequeñas mesas en mármol, sillas Thonet, arañas de cristal, fotos antiguas de los personajes de la época, filósofos, políticos; incluso, algunos ejemplares de los periódicos del pasado... Pareciese como si nada, o casi nada, hubiese cambiado. Salvo que falta algo, de pronto es esa algarabía intelectual. ¿Por qué? ¿Serán los precios?
Resulta que el nombre de "café" de este restaurante es simplemente una tradición, ya que rápidamente se transformó en restaurante, con un menú que responde a esta clasificación. Lo que lo acerca a la noción de café es la gran oferta de bebidas y postres que nos ofrece. Si queremos experimentar el ambiente de la primera República Checoslovaca, visitemos este café. Bueno, no nos bañamos dos veces en el mismo río, así que no será exactamente lo mismo; sin embargo, para aquellos que no vivimos en aquella época, una bocanada de aire de otrora puede ser bastante interesante.