Basta con situarse delante del edificio del Museo Nacional de la Técnica, en la colina de Letná, para comprender inmediatamente que no podremos ver todas sus colecciones en una sola visita.
Una vez en el gran vestíbulo, compramos la entrada y nos dirigimos a la sala más grande del museo, dedicada a la historia del transporte. Nos detenemos un instante en esta sala para admirar los distintos aviones colgados en el aire y los coches antiguos aparcados debajo de ellos. En la planta inferior, dedicada a los coches, se encuentra el vehículo a motor más antiguo de Bohemia, que data de 1898, así como un coche de vapor de 1815. También se puede admirar el automóvil en el que viajaba T. G. Masaryk, primer presidente de Checoslovaquia, así como numerosos coches de carreras antiguos.
La planta baja alberga también unas magníficas locomotoras de vapor e incluso un vagón con su mobiliario de época. En las galerías se exponen motos y bicis antiguas, e incluso draisianas del siglo XIX, que no carecen de encanto. Del techo cuelgan muy variados medios de transporte aéreo, desde el globo aerostático hasta los cazas empleados por los aviadores checoslovacos en 1945, pasando por el avión de 1911 en el que Jan Kašpar efectuó su primer vuelo de larga distancia en la historia de la aviación checa.
Dejando atrás las imponentes máquinas, en la primera planta se encuentra una exposición llena de nostalgia titulada “La tecnología doméstica”. Por los cuatro costados de la sala se oye a los visitantes exclamar “¡Me acuerdo de que mi abuela utilizaba este aparato! ¡Teníamos uno así en casa!”. Aquí se puede observar la evolución de los electrodomésticos, desde sus inicios hasta nuestros días: aparatos de cocina, lavadoras, planchas, máquinas de coser, etc.
La exposición situada enfrente y titulada “La imprenta” describe el desarrollo de las tecnologías relacionadas con el texto impreso, desde la época de Gutenberg hasta hoy. Esta exposición da la sensación de estar en una auténtica imprenta y ofrece la posibilidad de accionar personalmente muchos de los aparatos.
La exposición sobre Astronomía, en la segunda planta, nos lleva por los espacios interestelares para descubrir planetas y estrellas, mediante globos celestes, relojes de sol, relojes astronómicos, telescopios, aparatos de dibujo y otros inventos y útiles relacionados con la Astronomía.
También tiene su interés la última planta del museo, que alberga un estudio de televisión empleado por Televisión Checa de 1997 a 2011, pero sobre todo una exposición titulada “La Arquitectura, la Construcción y el Diseño”. Constituye un auténtico laberinto de estilos arquitectónicos que van del siglo XIX hasta nuestros días. Gracias a las numerosas maquetas, planos, fotografías, vídeos y objetos expuestos, el visitante viaja por distintos estilos Historicismo, Secesión Vienesa (Art Nouveau), Modernismo, Cubismo, Funcionalismo y, por último, el Realismo Socialista.
Y si aun nos quedan fuerzas, en los sótanos del museo podremos visitar una amplia exposición llamada “Las Minas y la Metalurgia, que nos muestra la evolución de estas técnicas, desde la Antigüedad hasta nuestros días.