Aunque se hable poco de ellos, los clubes de jazz de Praga son un auténtico pilar de la vida cultural en la capital checa. Su programación no se anuncia masivamente, pero algunos de ellos existen desde hace varias décadas. En ellos la música en vivo suena siete días a la semana, y siempre con alegría. Todo ello, sin contar con que la mayoría de estos locales de jazz se encuentran en un entorno excepcional… Así es en el caso del Jazz Republic, que ocupa una bodega medieval en pleno centro de Praga, en la calle Jilská (el club ya no está en un paso subterráneo de la estación de metro Můstek – ¡esa etapa ya es historia!). Las bóvedas del techo y el ambiente acogedor del Jazz Republic hacen que sea un lugar donde el visitante se siente a gusto y del cual se lleva un excelente recuerdo. Unas pocas mesas, un escenario pequeño y una buena selección de bebidas: ¿qué más pedir?