El hotel Augustine, ubicado bajo el castillo de Praga en un antiguo monasterio de 1284, mezcla elegancia y sencillez. La manera en que se ha amoblado este antiguo monasterio agustino para convertirlo en un hotel lujo es una de las más exitosas, ya que ha respetado plenamente su “genius loci”, es decir, el espíritu del lugar.
Vigas descubiertas, techos abovedados, puertas originales... las huellas del pasado son muchas y bien conservadas. Cada una de las habitaciones y suites cuenta con su propio estilo y mobiliario, todas espaciosas y con elementos decorativos inspirados en el cubismo checo.
Vale la pena hacer hincapié en la discreción del lugar: nos sentiremos protegidos, casi aislados del mundo exterior. También podremos aprovechar esta atmósfera única acomodándonos en los sillones, bajo los grandes arcos del jardín privado del lugar, un verdadero remanso de paz.
El restaurante del hotel nos ofrece platos elaborados con los ingredientes de temporada, así como la cerveza de la casa, la Santo Tomás (svatotomášské pivo), producida por los monjes que aún habitan en el monasterio desde hace muchos siglos.
Finalmente, podremos relajarnos en el spa, el cual tiene baño turco, sauna y baño a vapor, además de contar con un equipo de profesionales que cuidarán de nosotros con productos cosméticos 100 % naturales.