Para aquellos que no miran los precios cuando se trata de degustar una carne excelente con origen en el Midwest, la calle junto al Klementinum es el lugar ideal. Aquí los steaks se preparan sobre una parrilla calentada a una temperatura ultra elevada, lo cual confiere a la carne una superficie asada y un interior perfectamente jugoso y tierno. Además del punto de cocción, se puede escoger entre diversas piezas de vacuno: un “rib eye steak” (entrecot), veteado de grasa y preparado con o sin hueso, la fineza de un solomillo envuelto en beicon o incluso un “T-bone steak” (solomillo, hueso y solomillo bajo), que combina un gusto intenso con una carne delicada…
Estas especialidades son la base del menú del George Prime Steak. También es posible pedir, aunque en cantidad limitada, una carne de vacuno madurada durante un mes o, por pedido especial, un mes y medio o dos meses. Además de las carnes, esta parrilla ve pasar bogavantes, gambas tigre y pescados, según el menú del día.
El entorno refinado, incluso puede que un poco ampuloso, contribuye a la sensación de estar viviendo un momento único, que se acentúa aun más por la decoración en tonos marrón oscuro.