La Estación central de Praga, la más grande estación de Praga, es al mismo tiempo un eje importante para el transporte público y un monumento significativo. En el andén número 1 se puede admirar un monumento a Sir Nicholas Winton, quien, en 1939, salvó la vida de 669 niños judíos que iban a ser deportados a un campo de concentración.
Construido en la segunda mitad del siglo XIX, el edificio neorrenacentista de la estación estuvo inicialmente ubicado en las afueras de la ciudad. Hoy se encuentra en el centro de la ciudad, a unos cientos de metros de la Plaza Wenceslao. El edificio actual, con sus dos elegantes estructuras arqueadas, nació durante las obras de renovación realizadas entre 1901 y 1909. Los motivos art nouveau que adornan el edificio se deben al arquitecto Josef Fanta, de quien la parte antigua de la estación hoy lleva el nombre. Este ha sido renovado recientemente y Ustedes podrán admirar el resultado en el Café Fanta.
En los años 70 se añadió otra construcción a la primera y todo el complejo se conectó con el metro de Praga. Este nuevo edificio sigue el estilo del “brutalismo” checo y todavía está en el centro de una animada polémica: algunos encuentran la sala demasiado fría, demasiado angular y demasiado gris, otros, por el contrario, aprecian el diseño y la concepción técnica. La nueva sala ha sido recientemente renovada y adaptada a las necesidades de una gran estación del siglo XXI. Han aparecido varias tiendas, cafeterías y restaurantes.