Aunque es cierto que los clubes de jazz de Praga no se encuentran en las afueras, el Bílý koníček (el caballito blanco) es con toda seguridad el más céntrico de todos. Este club, que dispone de restaurante, se encuentra en la plaza de la Ciudad Vieja, en una magnífica bodega del siglo XII, de una casa llamada “El Unicornio de Oro”. Los conciertos empiezan todas las tardes a las 20:00h. Los músicos suelen venir en formaciones pequeñas: tríos, solistas de distintos países… Podemos oír al piano versiones sencillas de melodías conocidas, así como solos de saxofón vibrantes de emoción. La cocina, por su parte, se inspira sobre todo en la tradición checa (por ejemplo, el famoso codillo de cerdo asado) e incorpora además algunos elementos italianos (prosciutto y otras especialidades). El chef, Martin Opršal, hace todo para que sus platos refinados estén a la altura de los comensales más exigentes.