El barrio de Holešovice tenía en sus tiempos un lugar mítico, un bar 24h llamado Cobra, con máquinas tragaperras y alfombras rojas que disimulaban discretamente todo tipo de actividades. Cuando el Cobra tuvo que cerrar, algunos habitantes del barrio decidieron devolverle el lustre y darle un nuevo aire. El Cobra actual sigue estando abierto hasta tarde, pero se ha convertido en un lugar muy de moda donde ya no queda ni rastro de bandidos mancos e incluso se puede comer.
El restaurante ofrece menú al mediodía y platos ligeros hasta las 22h aproximadamente. El contenido de la carta depende totalmente del cocinero que esté en los fogones y de su humor: un día, solo encontraremos platos asiáticos; al día siguiente, un escalope vienés y ensaladilla de patata o coliflor empanada. El fin de semana, un desayuno para recuperarse de la noche anterior: huevos revueltos, beicon frito, salchichas, tomates y champiñones a la parrilla. Una combinación que devuelve las energías a todos los que se acostaron al alba. También podemos desayunar en el Cobra entre semana, ya que abre a las ocho de la mañana. Entre la clientela abundan las profesiones creativas, encantadoras estudiantes de la cercana Academia de Bellas Artes y, en general, habitantes del barrio de Letná, con su estilo tan cuidado.